martes, 21 de enero de 2014


Las nanas de la cebolla- Joan Manuel Serrat

"Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor."



Las nanas de la cebolla
Intérprete: Joan Manuel Serrat
Compositor: Miguel Hernández (poema musicalizado), Alberto Cortez (música)
Año: 1972
Álbum: Miguel Hernández

Letra:

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.

(Alondra de mi casa
ríete mucho,
que es la risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto,
que mi alma al oírte
bata el espacio.)

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus ojos
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

(Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera.)

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
 
Al igual que con Antonio Machado, Serrat decidió musicalizar algunos poemas del célebre Miguel Hernández en álbum entero en su honor. 
Las nanas de la cebolla es uno de los poemas más conocidos de Miguel Hernández y está dedicado a su hijo menor, Manuel Miguel, tras recibir una carta en la que su esposa le dice que lo único que comían era pan y cebolla. Es así que Hernández escribe la canción de cuna más bella y triste en medio de la guerra civil española que le costó la vida (murió de tuberculosis en la cárcel) y que mantuvo a su familia separada.
No pude dejar de incluir esta canción pues el poema de Hernández me parece uno de los poemas más tiernos y sobrecogedores de la literatura española. Me encanta este poema, pues a pesar de que se escribe en medio de una guerra civil, no deja de tener toques de esperanza. Además, la musicalización de Alberto Cortez y de Serrat me parecen de excelente calidad.

Escogido por: Teresa O. López de León Serrano

No hay comentarios.:

Publicar un comentario