"Del altar que le alcé en el alma mía
la voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó."
Kaskivano & La fábrica de chocolates- Del alma mía.
Álbum: Volver a comenzar.
Año: 2012.
Género: Trova/Rock.
Letra:
Los suspiros del aire
siempre se van hacia el mar
las lágrimas son de agua
y se van a resecar.
Mujer cuando el amor se olvida
sabes tu adonde vas
no me quejo ni tu olvido
tu cariño mucho mas
Si es por ti que vale algo
no lo puedes sospechar
si de problemas y agravios
se borrase en sus hojas.
Si con solo tu borraras
hay que borrarlas todas
como se arranca el hierro
de una herida que no sangrará.
Del altar que la alce
en el alma mía la voluntad
y la luz de la fe
que de ella ardía se apagará
Asomaba sus ojos
una lágrima fatal
es el eco de un suspiro
conocido.
Víctima de un aliento
que bebido en un panal
voces de esta flor
que creció en el olvido.
Podrá nublarse el sol eternamente
podrá secarse el mar
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil, como un débil cristal.
Pero jamas podrás acabarse
se ve que todo esto no es vanidad
ojala fuera un sueño
largo y oculto
hasta la muerte final.
Canción inspirada en las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. En ella podemos escuchar entre sus acordes fragmentos y versos de las rimas de Bécquer, escrita ya hace mucho tiempo.
El cantante Marcelo Castillo, Kaskivano, como él se hace llamar, dice que se inspiró en sus Rimas favoritas para componer la canción, y espera que los que la escuchen se den cuenta, pues la canción está totalmente compuesta por ellas.
“El canto se da vueltas en la cabeza de todo el mundo se introduce hasta en el mas mínimo espacio del cuerpo, se abalanza en las palabras y pierde peso escuchando, solo escribo y canto para comunicar”. Kaskivano.
Hace poco el grupo se separó para seguir caminos por su cuenta, sin embargo, la canción y el disco al que pertenece tuvo un gran impacto en Chile, su país de origen.
He escogido esta canción porque me ha parecido interesante la idea del autor y su forma de expresarse acerca de los poemas de Bécquer, los cuales, según él, le encantan. Recoge fragmentos realmente hermosos y los une en una melodía, tristes y desoladores, como las Rimas.
Esgogida por: Fernanda Villarreal Martínez.
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